martes, 17 de febrero de 2009

LOS DULCES COLETOS, EXQUISITA TRADICIÓN DE COLOR Y SABOR.

Sus sabores y detalles los distinguen.
Uno de los máximos placeres para los chiapanecos es degustar los suculentos sabores propios de nuestra tierra, cada región con un toque en especial, como es el caso de los dulces de San Cristóbal de Las Casas, tradición que trasciende el tiempo.

Chimbos, mocas, nuégados, palanquetas, gaznates, cocadas, cuernos, higos, cajetas y ates son solo una muestra representativa de la amplia gama de dulces tradicionales, que también incluyen a los “pastelitos”, todos ellos exquisitas muestras del mestizaje que permeó hasta en la manera de alimentarse de los pobladores en esta región, como en todas las que fueron colonizadas.

Basta señalar que para la elaboración de los dulces coletos se emplean frutas y tubérculos, la mayoría de ellos traídos de otras zonas del Estado, “de tierra caliente” ya que las materias usadas para su producción no se encuentran en los altos de Chiapas, pero desde época de la colonia eran traídos a petición de los habitantes de la antigua Ciudad Real, quienes los consideraban verdaderos manjares, ya sea por su exotismo y principalmente por los sabores incomparables.

Muchas de las recetas y algunos secretos de la preparación han sido transmitidos de generación en generación, entre los miembros de familias que han hecho de este su modo de vida, como nos platica Iván Alcázar, proveniente de una de las familias que mantienen vivo el sabor y color de la extensa variedad de dulces que podemos encontrar y disfrutar en las fiestas de los barrios, mercados y excepcionalmente en eventos organizados por el Ayuntamiento en épocas de afluencia turística o fechas especiales en que se les permite instalarse en los corredores de Palacio Municipal y centro histórico para ofrecer sus productos.

Una de las celebraciones más importantes de la tradición católica es el día de Corpus Chisti, que en San Cristóbal toma características que la distinguen de otras, pues es para esta fecha que se prepara una extensa variedad de dulces, entre ellos: las botellitas de azúcar, frutas cristalizadas, dulces de yema de huevo y mulitas que se elaboran solo en referida época, cabe mencionar que hasta hace unos veinte años además de su significado religioso, el “jueves de corpus” era una festividad muy similar a lo que hoy conocemos como el día del amor y la amistad.

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