LA LUCHA LIBRE COMO FENÓMENO CULTURAL

Icono del colorido mexicano.
Sin duda alguna el pueblo mexicano cuenta con un inmenso patrimonio cultural repartido en ramas como la música, artes plásticas, literatura y principalmente en las coloridas expresiones como la “lucha libre”, fenómeno al que San Cristóbal de Las Casas no se ve ajeno.

Aunque su relación lógica es con los deportes, la lucha libre en nuestro país puede ser apreciada como una expresión de cultura popular en el que entran en juego factores como la estética, personajes mitológicos, reminiscencias de guerreros y deidades del México antiguo, entre otros, que la convierten en un fenómeno en que las masas se ven inmersas.

“La lucha es una disciplina, es un deporte que exige mucho de quien la practica”, comentó Joaquín Díaz Pérez, mejor conocido en el circulo de los gladiadores locales como “el profe”, quien ha tenido bajo su cargo el entrenamiento y preparación de varias generaciones de quienes domingo a domingo suben al cuadrilátero para deleitar al público con impresionantes castigos y surcar los aires de la discreta arena municipal que resguarda sueños y afición tanto de sus enmascarados protagonistas y de sus espectadores.

“En México la lucha libre es el segundo deporte más visto, solo después del fut bol soccer”, señaló “rastaman”, luchador sancristobalense que considera como un serio problema el desplazamiento que ha sufrido a ultimas fechas el “pancracio nacional”, debido a la irrupción mediática de su equivalente estadounidense, “el llaveo, la técnica, cada uno de los movimientos, los vuelos y la inteligencia son la verdadera lucha”, afirmó “el profe”, criticando al estilo norteamericano que emplea el excesivo uso de la fuerza, desestimando la estética de la disputa.

Por otra parte Díaz Pérez, señala que “la lucha” es de gran importancia en la cultura popular al permear otros ámbitos como la política, la música, principalmente el rock y surf, las artes plásticas, diseño y por ser un ícono representativo de México ante el mundo.

Finalmente vale la pena mencionar que al igual que en otros sitios, en San Cristóbal el deporte de los “costalazos”, es una tradición que se transmite de padres a hijos perpetuando personajes e imágenes que trascienden espacio y tiempo.