jueves, 16 de abril de 2009

LA QUEMA DE JUDAS, TRADICIÓN QUE SUBSISTE EN SAN CRISTÓBAL

La sátira, el humor y la crítica están presentes.
El pasado sábado 11 de abril se llevó a cabo en San Cristóbal de Las Casas, la tradicional exposición y “quema de judas”, mediante los cuales se critica desde una divertida perspectiva las problemáticas y personajes de la vida pública.

Desde horas de la mañana del “sábado de gloria” fue posible apreciar en el Parque de los Héroes, a espaldas del palacio municipal, una decena de trabajos elaborados por artesanos coletos que participan en este tradicional evento que tiene su origen en las creencias relacionadas a la semana santa y que sirve como preámbulo al inicio de la Feria de la Primavera y de la Paz, que este año celebra su 142 aniversario, convirtiéndola en una de las más añejas e importantes de esta región del país.

En esta oportunidad, los temas recurrentes fueron la crisis económica a nivel nacional y mundial, además de abordar tópicos de índole ecológico como la destrucción de la selva chiapaneca y el calentamiento global; por otra parte se satirizan a políticos locales, funcionarios y gobernantes; de Calderón a Carstens, pasando por Herran Salvati hasta llegar a Bush y Shimon Peres que fueron criticados por el reciente conflicto en contra del pueblo palestino.


“Es muy importante que se den estas muestras de libre expresión, de verdad que tenemos la capacidad de reírnos de las cosas malas pero también es la oportunidad de enjuiciar a quienes nos hacen mal”, “nos dan risa los muñecos, pero en realidad es el sentimiento del pueblo que aunque sea así demuestra su inconformidad por lo que sucede”, fueron comentarios realizados por visitantes nacionales que observaron a detalle los “judas”, momentos previos a su quema.

Resulta importante señalar que a es a partir de los años 80’s del siglo pasado que el ayuntamiento sancristobalense brinda espacio a esta arraigada tradición en los barrios y colonias con la que se rememora la traición de Judas a Jesús, y que hoy en día se ha convertido más allá de su significado religioso, en una noche de fiesta que anuncia el inminente inicio de la feria anual, permitiendo que las familias acudan al centro de la ciudad para disfrutar de música, espectáculos, antojitos y pirotecnia.

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