La mañana de éste 14 de marzo se
efectuó en San Cristóbal de Las Casas, la ceremonia de investidura en el grado
de Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de Ciencias y Artes de
Chiapas a Mercedes Olivera Bustamante, destacada académica, activista social en
pro de las causas de las mujeres y promotora de la inclusión de la perspectiva
de género en las ciencias sociales.
Pasado el medio día, el teatro
Daniel Zebadúa fue el recinto donde se dieron cita académicos, investigadores,
autoridades gubernamentales, representantes de instancias educativas,
estudiantes, integrantes de organizaciones feministas y sociales, además de
familiares y amigos de la galardonada, quienes presenciaron la emotiva
ceremonia con la cual, la UNICACH, en el marco del festejo de su 30 aniversario
brindando educación superior en Chiapas, otorga el reconocimiento a Olivera
Bustamante, investigadora adscrita al Centro de Estudios Superiores de México y
Centroamérica (CESMECA), con sede en San Cristóbal.
En su mensaje Aída Hernández,
docente e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana y María
Guadalupe García, de la organización “Mamá Maquin”, que agrupa a mujeres
guatemaltecas anteriormente refugiadas en Chiapas (ambas madrinas de la
galardonada), coincidieron en señalar la trascendencia de la labor realizada
por Mercedes Olivera en el sureste mexicano y Centroamérica, recalcaron su trabajo
en favor de las mujeres, principalmente de las mujeres indígenas, a través de
la academia y de la acción política que se evidencia en la publicación de
diferentes libros y artículos sobre temas relacionados con los estudios de
género y feminismo, además de ser impulsora organizaciones sociales conformadas
por mujeres en Chiapas.
Por su parte Olivera Bustamante
visiblemente emocionada agradeció como un símbolo de reconocimiento las mujeres
de Chiapas, “a las mujeres indígenas que quieren ir a la universidad y no
pueden”, la deferencia al investirla con el grado de Doctorado Honoris Causa,
acto seguido compartió algunas peripecias para la publicación de artículos que
sentarían bases para los estudios de género en México, recordó dolorosas
experiencias en el trabajo de campo que la llevaron a la incidencia política y
demandó el cumplimiento de los preceptos de género que hoy forman parte de la
reglamentación y vida académica de la UNICACH.
Finalmente, de manos de Roberto
Domínguez, Rector de la UNICACH, recibió el “Libro de la ciencia” materializado
en el Popol Vuh y un par de guantes blancos que simbolizan la pureza y el honor
en la actividad científica, además de presentes de colegas y alumnos que
reconocen su trayectoria en la investigación social.
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