MÚSICA CHIAPANECA Y TEATRO INDEPENDIENTE EN EL FESTIVAL DE LAS CULTURAS

Propuestas artísticas de nivel internacional en escenarios joveleños.
Música, teatro, performance y otras expresiones artísticas tuvieron participación la tarde del pasado 12 de octubre, en el marco del “1er Festival Internacional de las Culturas”, que se realiza en diferentes escenarios de San Cristóbal de Las Casas.

El kiosko ubicado frente al templo del barrio de mexicanos, fue el lugar que recibió a la Marimba Infantil del municipio de Copainalá donde brindaron su actuación ante cientos de personas que ovacionaron las destacadas intervenciones de sus pequeños solistas y cada una de las piezas interpretadas por este conjunto que desde su fundación en 1995 ha recorrido varios países como Venezuela, en donde fueron nombrados miembros honorarios de la Orquesta Sinfónica Nacional.

En ese mismo lugar, ambientados por las maderas de Chiapas, personajes de estilo bufonesco y bellas odaliscas, integrantes de “Dante Producciones”, compartían ante las curiosas miradas algunos de sus performances inspirados en el arte callejero que les permite una interacción, cercana y real con sus espectadores.

En otro punto del Valle de Jovel, el Teatro de la Ciudad “Hermanos Domínguez” recibió a la compañía de “Teatro Phi”, proveniente de Chile, que presentó ante un escaso público su propuesta escénica titulada “Auch!”, en el que el armonioso golpeteo de objetos comunes, la graciosa gesticulación y el desenvolvimiento de sus protagonistas a través de andamios y tuberías, más allá de limitarse a un espectáculo de tintes urbanos, se aventura en la técnica de la percusión coreográfica, lenguaje artístico en el que entran en juego sonidos generados por el cuerpo, el movimiento y los aperos cotidianos.

En el centro histórico, el teatro “Daniel Zebadúa”, reunió a gran cantidad de personas que acudieron para presenciar el monólogo “Bashir Lazarh”, montado por la compañía mexicana “Los Endebles”, reconocida por su trabajo en circuitos culturales independientes. Bajo la magistral interpretación de Boris Schoemann, la obra relata vivencias de un migrante argelino en Canadá, sus experiencias como maestro sustituto ante un grupo de estudiantes, y diversas emociones en las que, mediante la calidad actoral, el público se ve involucrado.