viernes, 8 de enero de 2010

EXHIBEN OFRENDA TRADICIONAL DE ZINACANTÁN

Se encuentra en el Museo de Culturas Populares
Con motivo a las festividades de muertos y su importancia en los pueblos indígenas de la región alteña, se efectuó en San Cristóbal de Las Casas, la apertura del Altar de Muertos Zinacanteco, en donde se explican los diferentes elementos que lo componen además de los rituales que le acompañan durante estas fechas.

En esta ocasión, es el Museo de Culturas Populares, ubicado a unos pasos del templo de La Merced, que resguarda a la ofrenda elaborada por colaboradores provenientes del municipio tsotsil de Zinacantán, sitio en donde la celebración de los difuntos inicia a partir del 30 de octubre con el cambio de flores del templo, para continuar al día siguiente con el arreglo de las tumbas que vale la pena mencionar se ubican en la cima de montañas, ya que los zinacantecos piensan que sus antepasados fallecidos sirven como guardianes del pueblo.

La ofrenda en memoria del poeta Jaime Sabines, colocada en dos niveles, cuenta en su parte superior con platillos tradicionales de la región, elotes y chayotes hervidos, caldo de res, tortillas, tamales, calabaza, aguardiente, pan y frutas que se dejan para las animas que regresan durante estos días que se les recuerda. En su parte inferior, son colocadas ramos de flores, principalmente de cempoalxochitl a las que se les confiere un significado que comparte en importancia con las velas y el copal.

Como parte de la ceremonia se presentó el grupo de rock tsotsil “Uyuj” ( animal espiritual), que interpretó algunas melodías que a través de la distorsión característica de la guitarra eléctrica, rememoran la música ritual de cuerdas común entre los indígenas de los altos de Chiapas, de igual manera los organizadores compartieron atole y tamales para los visitantes que observaron con atención la propuesta del grupo y la instalación del altar que difícilmente se representa fuera de su lugar de origen.

Cabe mencionar que la UNESCO declaró en 2003 a las “Fiestas indígenas dedicadas a los muertos en México”, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, ante la importancia que significa su salvaguarda para gran cantidad de grupos sociales como las etnias existentes en Chiapas.

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