Navío que recreó los viajes de una de las civilizaciones mas importantes.Caminar por las calles de San Cristóbal de Las Casas, es sin duda alguna para el buen observador, un espectáculo nutrido por los elementos visuales y detalles de sus arremolinadas vialidades, agregándose un vistoso “cayuco maya”, que hoy forma parte de la escenografía urbana de la colonial ciudad.
Ubicado justo frente a la entrada del museo Na Bolom, por estos días es posible admirar un “cayuco” de grandes dimensiones, tallado en madera de huanacastle, uno de los arboles míticos de la cultura maya, que llegó a San Cristóbal en donación hecha por la revista “México Desconocido”, luego de realizar un viaje que partió del corazón de la Selva Lacandona hasta tocar el mar en el Estado de Campeche a través de caudalosos afluentes usados siglos atrás para el comercio y transporte por las civilizaciones de esta región.
En entrevista el fotógrafo y aventurero Alfredo Martínez relató los pormenores de esta interesante travesía desde su planeación hasta los momentos en que vieron cumplidos los objetivos de la expedición planteada para recorrer algunas de las rutas fluviales más importantes de la zona maya en México.
“Comenzamos nuestra navegación en una primera etapa de 15 días bajando por el rio Lacantun hasta Tenosique, Tabasco, para desembocar en el rio Usumacinta”, sobre eso mismo señaló que en épocas recientes no se había realizado el recorrido en una embarcación de madera debido al riesgo que implica por las agua rápidas que se hayan en algunas partes del rio, “nadie lo había hecho desde que los mayas lo hacían”, aseveró.
Sobre su experiencia, Martínez resaltó el contacto con el entorno natural al tener la posibilidad de observar animales y flora en lugares a donde el ser humano aun no ha llegado, además de admirar sitios arqueológicos como Yaxchilan, Piedras Negras, esplendorosos paisajes como las cascadas de Busil Ha, el cañón de Boca del Cerro y sus rápidos en la primer etapa, para posteriormente dirigirse a Campeche donde tuvieron la oportunidad de incursionar en la Laguna de Términos hasta llegar al Golfo de México en mar abierto donde ayudándose de una vela elaborada con petate a la usanza antigua pudieron sortear los embates del oleaje.
Actualmente el cayuco maya se encuentra expuesto en el exterior del museo Na Bolom en espera de su siguiente viaje que lo llevará a recorrer aguas de la península de Yucatán hasta Honduras para posteriormente regresar a este que desde hace unos días es su hogar.
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