Con
la esperada presentación de la cantante oaxaqueña Lila Downs, abanderada de la
música popular mexicana en el “World
Music,” en el escenario principal del Cervantino Barroco, concluyó la
novena edición del festival que durante cuatro días reunió en San Cristóbal de
Las Casas diferentes expresiones del arte y la cultura.
Puntual
a la cita subió al escenario Lila Downs acompañada de sus músicos para ofrecer
un repertorio conformado por temas de su más reciente producción “Pecados y
milagros” (disco en el que interpreta a José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez y
otros, además de ofrecer una propuesta desde su autoría donde las letras de
igual manera aluden al caudillo del sur, que al mezcal y a las mujeres), junto
a una larga lista de canciones conocidas de sus producciones anteriores,
coreadas por un público que con sus ovaciones correspondió los movimientos de
los artistas sobre la tarima.
En
un ambiente perfumado por el mezcal y voces rasposas detrás de la baranda, a un
frente nutrido de “fans con gafete”, en diversas ocasiones, Downs señaló su
beneplácito por presentarse por primer ocasión en tierras joveleñas (bromeo
sobre la necesidad de compensar diez años de ausencia), en su oportunidad dejó
ver su preocupación en torno a la problemática social que tienen lugar en
Chiapas y agradeció la deferencia de tejedoras, artesanos que obsequiaron la
indumentaria y accesorios que lució esa noche, de igual forma agradeció las
muestras de cariño del público reunido que obligo, después de despedirse,
volver al escenario para compartir melodías instauradas en la cultura popular
de los mexicanos.
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